Por Alejandro Celaya
Columna Opiniones
Si todo sucede como está previsto, tendremos un presidente de centro izquierda. Andrés Manuel López Obrador se pondrá la banda presidencial el 1 de diciembre y gobernara durante seis años. En mi perspectiva será algo bueno para el país.
Me parece que habrá mejoras en varios aspectos sin llegar a cambios radicales deseables pero imposibles en el corto plazo de un sexenio. Imagino un México diferente al dibujado en la película “México 2000” donde la pobreza, inseguridad, y los problemas sociales se quedaron en el pasado; sin embargo será un paso hacia adelante para el país con base en la división real de poderes. Teóricamente existe tal división desde la constitución de 1824, en la praxis la situación ha sido diferente. Hasta hace poco más de dos décadas el Congreso de la Unión ha sido más una suerte de club de amigos del presidente que un poder independiente. Desde los tiempos de don Porfirio, las gubernaturas se daban desde el despacho presidencial y no en las urnas, de hecho las elecciones eran tan simuladas que llegamos al absurdo de tener contiendas de un solo candidato.
Este paso hacia adelante no será gracias a los oficios del sr. López, sino por la lucha política de grupos, que espero se convierta en los anhelados pesos y contrapesos del poder que tanta falta nos hacen en este país.
De lo que más se ha criticado al sr. López y a su movimiento es de recibir en su partido a personajes controvertidos. A mí me parece una muestra de pragmatismo político puro, en la política real, para sacar adelante un proyecto es necesario hacer alianzas. Todos pueden servir, pero es el político hábil el que decide si va a servirse de sus virtudes o aprovecharse de sus defectos.
Me parece que el sr. López no es tan bueno como sus voceros presumen, ni tan malo como sus fóbicos piensan, confió en la capacidad del gabinete pre-nombrado. Los percibo como personas capaces que darán cuerpo y sustancia al proyecto de país. Pero sobre todo me parecen personas probas y ajenas a los compromisos vigentes.
Dicen que los que voten por López son comunistas, que gustan de vivir estirando la mano; bueno, en realidad quienes viven de la caridad gubernamental carecen de ideología y de partido. Es tan sabido y tan probado que panistas y priistas hicieron ofertas en el mismo sentido. La lucha por esos votos se dio por subasta.
El sr. López no es un político producto del padrinazgo político, al menos no que se sepa, sino se forjo en el mitin y con habilidad y constancia será presidente. El hecho de que ahora tenga en su partido personas tan diferentes habla de su evolución política, a pesar de sus errores (muchos), se supo mantener vivo políticamente y aprovechó los errores (también muchos) ajenos. El sr. López emigro del purismo hacia el pragmatismo y formo acuerdos, si estos son buenos o malos no lo decidirán los personajes, sino las consecuencias.
En la universidad un maestro nos puso un juego. No recuerdo exactamente las reglas, pero la idea era formar equipos y votar “si” o “no”. Si todos los equipos nos poníamos de acuerdo y todos votaban en el mismo sentido cada equipo recibía 1 punto, si un solo equipo votaba diferente a los demás (la única forma de lograrlo era acordar una cosa y hacer otra) recibía 3 puntos, pero si dos o más equipos seguían la misma estrategia de acordar una cosa y luego votar otra nadie obtenía puntos.
En las primeras rondas todos votaban lo mismo y todos ganaban aunque sea poco, pero conforme se avanzaba en las rondas, menos equipos respetaban los acuerdos y todos perdíamos.
La enseñanza del juego es evidente, solo respetando los acuerdos se puede avanzar y ganar aunque sea lento, las traiciones eventuales pueden en principio dar dividendos rápido, pero si esto se generaliza se convierte en un juego de suma es cero. Creo que esto es lo que le sucedió al sr. Anaya, no supo formar equipo hacia adentro del PAN, ignoro derechos, desdeño acuerdos, olvidó lealtades y quemo puentes. La traición lo llevo rápidamente a la cúspide, pero abuso de la estrategia y fragmento el partido. En la carrera, el tiempo lo alcanzó, gano la candidatura, pero perderá la presidencia y el partido.
El sr. López tal vez no fue el mejor, pero será el que ganará la elección, así es la democracia.
Twitter @alexcelayav
Comments